De las empresas dependen los salarios de sus trabajadores y en la mayoría de los casos los de sus propietarios. Es un patrimonio que forma parte del tejido productivo y que sus clientes o proveedores no pueden sufrir las consecuencias de una eventualidad. Las empresas crean riqueza, puestos de trabajo y dinamizan la economía, los emprendedores son quienes asumen los riesgos en cada proyecto, pero hay riesgos que no son previsibles, sin embargo si que pueden subrogarse a las aseguradoras que permiten que se recupere el patrimonio industrial, naves, locales, maquinaria o los propios gastos que genera el negocio, así como las consecuencias de la paralización de la actividad a consecuencia de un siniestro.